Por Henry Nadales (*)
27 de agosto de 2008.
El Libertador Simón Bolívar fue víctima de un atentado criminal perpretado en las sabanas gauriqueñas en el mes de abril de 1818, cuando se desarrollaba la Campaña del Centro, en la que el General en Jefe del ejército patriota pretendía buscar al comandante de las fuerzas realistas el mariscal de campo don Pablo Morillo donde quiera que se encontrara, marchar sobre él, destruirlo y acabar para siempre con la guerra que arruinaba a Venezuela.
El intento de magnicidio fue concebido y planificado por el pedraceño Rafael López, que estaba al servicio de la causa realista y era comandante de una división del ejército español, que al enterarse que Simón Bolívar se encontraba cerca de San José de Tiznados salió a perseguirlo con el fin de sorprenderlo y asesinarlo, después que un sargento desertor y el monaguillo del capellán del ejército patriota le suministraron la contraseña y el lugar donde se encontraba el campamento de los patriotas, que le permitió llegar hasta los aposentos improvisados de Bolívar, localizados en medio de la sabana. López designó a un contingente de 36 hombres comandados por el teniente Tomás Renovales, un subalterno suyo que ejecutó sin éxito el macabro plan, a las cuatro de la madrugada del 17 de abril de 1818.
El atentado sucedió en el sitio conocido con el nombre de El Rincón de los Toros, lugar ubicado muy cerca de la población de San José de Tiznados, actual capital de la parroquia del mismo nombre, en el municipio Ortiz del estado Guárico. De los cuatro ocupantes de las hamacas, el padre Prado y el valeroso coronel Mateo Salcedo, quedaron muertos; Fernando Galindo, el noble y generoso defensor de Piar, gravemente herido y el Jefe Supremo milagrosamente salvo. Las balas atravesaron su hamaca e hirieron la bestia cuando iba a montarse. En la persecución el famoso lancero Leonardo Infante, derribó de un balazo a Rafael López, y le presentó a Bolívar el caballo con los arreos de plata del jefe realista, de manera que el Libertador entró a la ciudad de Calabozo en el caballo del planificador del atentado.
Según lo expresado por el general José Antonio Páez, en su Autobiografía, era el coronel realista “Rafael López, el mejor jefe de caballería que llegaron á tener los realistas, tanto por su valor como por su sagacidad. Era natural de Pedraza, provincia de Barinas, y pertenecía á una de sus familias mas conocidas”.
(*) Cronista oficial del municipio Pedraza.
Estado Barinas.
sábado, 31 de enero de 2009
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