LA PRIMERA LAVANDERÍA AUTOMÁTICA

Por Henry Nadales (*)
25 de septiembre de 2008.

La primera lavandería automática en prestar al público servicio de lavado, desmanchado y planchado automático de prendas de vestir comenzó a funcionar el 10 de diciembre del año 2005, y estaba ubicada en un local alquilado por la cantidad de 250 mil bolívares mensuales en la Avenida Cinco entre Calles 15 y 16, de Ciudad Bolivia, capital del municipio Pedraza.

Su propietario Robert Reyes era un caraqueño llegado a Ciudad Bolivia a cursar estudios superiores de Administración de Fincas en el Instituto Universitario Experimental de Tecnología y Agricultura “Simón Bolívar” y que cuando obtuvo el titulo de técnico superior universitario decidió quedarse en estas tierras, entre otras razones porque se enamoró de una pedraceña, con la que constituyó familia y hogar.

Para la adquisición de las máquinas lavadores y secadoras constituyó un fondo de comercio de nueve millones de bolívares, con tres que tenía ahorrados y seis que obtuvo mediante un préstamo otorgado por la agencia bancaria de Ciudad Bolivia del Banco de Fomento Regional Los Andes (Banfoandes). Adquirió seis lavadoras y tres secadoras automáticas que funcionaban con electricidad. En el año 2008 incorporó a la empresa tres secadoras, tres lavadoras más y una plancha industrial.

Los precios por la prestación del servicio de lavado de las prendas de vestir cuando se realizó la apertura de la pequeña empresa fueron los siguientes: Camisa manga larga, 800 bolívares por unidad; camisa manga corta, 700; pantalón rústico, 800; pantalón de vestir, 1.000; franela, 500; cobijas, 10 mil; ropa interior, 200; pantalones deportivos, 600; juegos de sábanas, 2.500; cheniles, 5 mil; hamacas, 8 mil; trajes de caballeros, 15 mil; y vestidos de novia, 20 mil.

En el mes de enero del año 2008, la empresa cambió de sede, se mudó a la Avenida Cuatro entre Calles 10 y 11 de la misma ciudad. Allí continuó operando en un local rentado por la cantidad de 700 bolívares fuertes mensuales.

En la Lavandería La Pedraceña, como oficialmente es su nombre, laboran su propietario, su señora esposa y una persona contratada eventualmente para realizar algunas de las tareas propias del lavado, planchado y desmanchado de prendas de vestir.

(*) Cronista oficial del municipio Pedraza.
Estado Barinas.